Apenas eran unos críos cuando descubrieron que tenían una sensibilidad especial, distinta a la de los demás. Tardaron en asimilar sus capacidades, que desarrollaron con estudios y, sobre todo, mucha práctica de campo. Hoy son unos expertos en sondear la energía telúrica que fluye de lugares donde, supuestamente, acontece lo sobrenatural. La serenidad y convicción que transmiten Alejandro Gómez, creador del canal Mallorca Paranormal, y su ‘mano derecha' Mari Carmen C. -quien prefiere salvaguardar su apellido en el anonimato-, son garante cuanto menos de seriedad. «Esto lo hacemos por devoción, no cobramos nada porque no pretendemos lucrarnos», agrega Alejandro. Otro argumento, de peso, para aplacar el cinismo de quienes alzan la ceja al escuchar la palabra ‘paranormal'.
Nos reunimos con ambos para hablar de la ouija. Juego, práctica, sesión, ¿cómo nos referimos a ella? «Práctica o sesión, la ouija no es un juego», avisa con el semblante serio Mari Carmen. Como todo lo que demanda fe en la vida, la ouija cuenta con férreos defensores y no pocos detractores. El argumento de los primeros se basa en un dato irrefutable: poco importan los hechos si la experiencia los desmiente. Pero, ¿qué racionalidad vendemos a los agnósticos? Estos se sostienen en la ciencia, una ilustre veterana en el arte de bloquear supersticiones. «Respetamos todas las opiniones, pero quien no cree en la ouija es porque no la ha vivido», asegura Alejandro.
Originada a finales del siglo XIX en Estados Unidos, su nombre procede de las expresiones ‘oui' (‘sí', en francés) y ‘ja' (lo mismo, pero en alemán). Muchos hemos participado en una sesión, especialmente de adolescentes. En esa época inocente de hormonas convulsas, estas prácticas son auténticos imanes. Y la mayoría conoce, aunque pocos la han experimentado en primera persona, una anécdota vinculada al misterio. El desarrollo de una sesión de ouija es sencillo: supuestamente, podemos comunicarnos con espíritus a través de las letras del alfabeto dispuestas sobre el tablero. Los escépticos aseguran que, de moverse el triángulo -un puntero movible denominado ‘master'- es debido a la sugestión. Mientras que los ‘creyentes' sostienen que una fuerza sobrenatural desliza el puntero. Esa es, precisamente, una imagen recurrente gracias al cine, todos tenemos gravado en el cerebro escenas luctuosas que disparan la tensión.
Respeto
¿Cómo hay que dirigirse a los espíritus que podemos encontrarnos al otro lado? «Siempre con respecto», desliza Alejandro. A renglón seguido, su compañera añade que «siempre hay que hacerla acompañado de alguien con conocimiento del tema». Para iniciar la sesión, no hace falta crear ambiente, atenuar luces ni usar velas. «Eso es puro atrezzo de cine, no hay que preparar nada. De hecho, ni siquiera hace falta un tablero, se puede hacer una ouija con un lápiz y un papel. Escribes el abecedario, los números, un ‘si', un ‘no' y, muy importante, el ‘adiós'. Y es primordial, antes de acabar la sesión, asegurarse que el espíritu te dice ‘adiós', de lo contrario podría quedarse el portal abierto».
Mari Carmen explica que, «en mi experiencia, muchas veces crees estar hablando con un difunto pero realmente estás contactando con otro ente». ¿Por ejemplo? «Además de con difuntos, que suelen aparecer poco, lo más habitual es dar con un ángel, un demonio o un bajo astral». Alejandro aclara que un bajo astral es «un espíritu negativo». Para soliviantar el ‘mal rollo', pregunto qué es lo más hermoso que les ha pasado practicando la ouija. «Lo más bonito que me ha enseñado la ouija es saber que es verdad que hay algo más allá», aporta Mari Carmen.
El apunte
Malas experiencias
«He visto como unas tijeras salían disparadas para clavarse en la pierna de una chica; un vaso reventarse contra la pared; una chica con los ojos en blanco... Y a mí un tablero me dijo que me podía ver en una lápida del cementerio. Fui y, efectivamente, ponía mis iniciales y fecha de nacimiento», relata Mari Carmen. Su compañero Alejandro nos aporta su cuota de fenómenos luctuosos: «En una ocasión el espíritu contactado nos habló del hermano de una de las dos chicas que me acompañaban, del que nunca nos había hablado. En esa misma sesión sufrí un intento de posesión».
Estos de la "sisijaja" se comunican con ángeles, demonios, espíritus. Tijeras que vuelan y letras en lápidas de cementerio. Ouija, o sea "sisijaja".
Naturalmente procedente de USA.
Es curioso porque si uno afirma ver espectros o entes varios se le diagnostica algún tipo de enfermedad mental. Sin embargo, si se plantea bajo alguna nomenclatura específica que se corresponda con prácticas ya medianamente aceptadas o conocidas, todo bien. Pero... Qué diablos! Por qué abandonar esa emoción adolescente, por qué no aderezar la vida con un poco de fantasía? Mientras no se lucren con ello, como dicen, y sea todo por diversión, nada que decir.
Independientemente de la certeza o no de éstas prácticas, sí veo con buen ojo que la gente se anime a probarlas por el simple hecho de descubrir la capacidad de la mente humana. Qué somos capaces de crear gracias a ella? Estoy seguro que la gente que ve cosas raras, o siente cosas raras, viene dado por su predisposición a ello y a su creencia. Si uno puede sugestionarse para variar su propiocepción, ¿por qué no iba a poder sentir algo que no provenga de su posición real de su cuerpo físico? Quizás porque la mente se preste a sentirlo desde otra posición. Es difícil de explicar pero fácil para el que sepa de qué se habla.
Claro, hay que hacerlo acompañado porque sólo no estafas a nadie. Se aprovechan de personas vulnerables con el pretexto de comunicar con sus difuntos, espíritus, etc. ¿Por qué todas estas actividades fraudulentas no están prohibidas y perseguidas?
Hay que mirar todo ésto con escepticismo. Incluso cuando uno se aferrea a una práctica de este estilo debería preguntarse si es cierta o no, si en todo o en parte; si no son efectos de la mente causante. Lo dice uno que pasó años con energías telúricas, orbes, sensibilidades varias hacia energías, sueños lúcidos, etc etc, y tras 20 años con qué te quedas como cierto: con los sueños lúcidos, porque todo el resto puede ser causado por la mente y amigos, los sueños también, pero al menos es “más real”.
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Estos de la "sisijaja" se comunican con ángeles, demonios, espíritus. Tijeras que vuelan y letras en lápidas de cementerio. Ouija, o sea "sisijaja". Naturalmente procedente de USA.
Es curioso porque si uno afirma ver espectros o entes varios se le diagnostica algún tipo de enfermedad mental. Sin embargo, si se plantea bajo alguna nomenclatura específica que se corresponda con prácticas ya medianamente aceptadas o conocidas, todo bien. Pero... Qué diablos! Por qué abandonar esa emoción adolescente, por qué no aderezar la vida con un poco de fantasía? Mientras no se lucren con ello, como dicen, y sea todo por diversión, nada que decir.
Independientemente de la certeza o no de éstas prácticas, sí veo con buen ojo que la gente se anime a probarlas por el simple hecho de descubrir la capacidad de la mente humana. Qué somos capaces de crear gracias a ella? Estoy seguro que la gente que ve cosas raras, o siente cosas raras, viene dado por su predisposición a ello y a su creencia. Si uno puede sugestionarse para variar su propiocepción, ¿por qué no iba a poder sentir algo que no provenga de su posición real de su cuerpo físico? Quizás porque la mente se preste a sentirlo desde otra posición. Es difícil de explicar pero fácil para el que sepa de qué se habla.
Quins dois
Claro, hay que hacerlo acompañado porque sólo no estafas a nadie. Se aprovechan de personas vulnerables con el pretexto de comunicar con sus difuntos, espíritus, etc. ¿Por qué todas estas actividades fraudulentas no están prohibidas y perseguidas?
Hay que mirar todo ésto con escepticismo. Incluso cuando uno se aferrea a una práctica de este estilo debería preguntarse si es cierta o no, si en todo o en parte; si no son efectos de la mente causante. Lo dice uno que pasó años con energías telúricas, orbes, sensibilidades varias hacia energías, sueños lúcidos, etc etc, y tras 20 años con qué te quedas como cierto: con los sueños lúcidos, porque todo el resto puede ser causado por la mente y amigos, los sueños también, pero al menos es “más real”.
No me gusta esta actividad, no lo haría, no veo la necesidad pero hay que respetar