TW
0

Los siurells, na Maria Enganxa, el Drac de na Coca, los dimonis de Artà o Manacor, la Jaia Corema o el Myotragus balearicus son compañeros de sueños de los niños y niñas de la Isla. Y no por que se les aparezcan en mitad de la noche -¡imagínense qué susto!-, sino porque ahora se adormecen con ellos entre sus brazos. Desde hace varios años, la artesana Paqui Callejón crea peluches de croché de los símbolos de la cultura popular mallorquina, y más allá. «A mis hijos, Elio y Hugo, les encantaban los dimonis y el Drac de na Coca, pero no encontraba ningún peluche. Y así empecé con el croché, con el fin de crear juguetes que los niños buscan pero no encuentran», explica Paqui, la fundadora de Tricomami, una marca bajo la que también crea sonajeros y otros juguetes de croché artesanalmente, de forma manual y sostenible, con algodón orgánico.

Todos los diseños de Tricomami son originales. «Convertir un dibujo en un muñeco es lo que más me gusta de mi trabajo. No todas las formas son válidas en el croché y es difícil acertar con las proporciones; el reto es que quede bonito», afirma la artesana, quien comparte su taller con sus hijos, que le transmiten su creatividad e imaginación infantil. «Trabajo en casa e intenté crear un espacio de trabajo compartido. Mientras pintan y hacen los deberes yo hago croché. De hecho, hice un peluche a partir de un dibujo de Elio, un hámster-pez muy crocheteable. No sabría decir de dónde saco la inspiración, pero trabajar con ellos ayuda: apor ta jungla y aporta ideas», explica Paqui. Aunque sea artesanal, la faena en serie puede ser repetitiva. Para no caer en el tedio, diseña otras colecciones, protagonizadas por los protagonistas de Harry Potter y otros personajes populares; muñecas en su casita de tela, también de bolsillo, hadas y toda clase de animales.

pbf140624001 (7).jpg

Ahora, desde hace ya dos años, Paqui se dedica de forma íntegra a su marca, «ahora no paró de trabajar, pero empezar no es sencillo. Se requiere de un apoyo económico, bien con un trabajo en paralelo, o con la ayuda de alguien». De hecho, en la pandemia, tuvo que variar el rumbo del negocio, y pasó de diseñar y confeccionar ropa para bebés y recién nacidos, a la creación de muñecos de croché. En el presente, la artesana vende sus peluches en su tienda online, así como en diferentes espacios físicos de la Isla y Catalunya, como Melicotó, La Insular, Just Sant Elm o Estiu Concept. Con la marca bien afianzada, entre los objetivos de la artesana se encuentra la apertura de un espacio abierto al público, donde vender peluches, difundir y compartir su trabajo a través de talleres y otras actividades para todos los públicos.