Comenzó Gran Hermano, en esta edición, como el de los viejos tiempos, con concursantes anónimos, gente que nada tiene que ver con los de siempre, generalmente salidos de otros programas, pero que seguramente depararán grandes momentos en la lucha por alzarse con el maletín de los 300.000 euros, y con la llave que les abrirá las puertas de otros programas.
En esta ocasión no hay mallorquines. Y eso que el cásting, realizado en todo el país, ascendió a los 100.000 aspirantes. Pero sí hubo una persona que lleva en su corazón el nombre de Mallorca, y muy especialmente el de Palma. Nos referimos a Maica Benedicto, visitadora médico y modelo, además de Miss Tourism Spain 2022, título con el que se alzó en el certamen celebrado en Tito’s, al que accedió por ser Miss Turismo de Murcia, lo cual, para ella, es, y será, inolvidable.
Por otra parte, Maica es muy amiga de Cristina (su nombre chino es Ye Pan Kun), la propietaria de Cocina China, y de la tía de esta, Isabel (Zhu Feng Shun), amistad que se inició a raíz de la cena que las aspirantes al título nacional tuvieron en dicho restaurante en la víspera de la final, y que con el tiempo fue creciendo. «Desde entonces, muchas veces han sido las que ella ha venido a Mallorca, y a veces lo ha hecho con su madre, y siempre que lo ha hecho, o ha venido a comer aquí, o hemos ido a comer en otro sitio, a la vez que le he enseñado lugares de la isla, como Valldemossa. Es más, en esos recorridos que hemos hecho muchas veces ella ha conducido mi coche», afirma Cristina.
Para Cristina, Maica es una chica «bellísima, alegre, luchadora, con una gran confianza en si misma y con futuro, por lo que espero que haga un gran concurso. Yo le pido a mis clientes y amigos de la Isla que la apoyen votándola para que siga en Gran Hermano, que llegue a la final y que la gane. Y es que, no habiendo mallorquines en este concurso, ella viene a ser como algo nuestro, por lo identificada que se siente con Palma y la Isla».
Desencanto
La pasada semana se celebraron las fiestas de la barrida de es Fortí con notable éxito, como no podía ser de otro modo, ya que son muchos los años que se vienen festejando. El sábado tuvo lugar la gran cena popular, al aire libre, en la que los vecinos aportan la comida, que luego, si les place, intercambian con la de otros asistentes.
Pero resulta que en esta ocasión no hubo el tradicional concurso de cocas en el que participaban los vecinos que querían. Cocas que estos elaboraban en sus casas –igual que la cena–, que eran presentadas ante el jurado, que premiaba a la que consideraban la mejor. Un concurso en el que, si ganarlo era apetecible, participar en él era consolidar una tradición. ¿Qué por qué no se ha hecho este año? «Pues porque –nos decía Salvador Maimó, presidente de la AAVV de dicho barrio–, hemos recibido una notificación de parte del Ajuntament de Palma en la que se nos dice que los autores de los postres, con seis días de antelación a la celebración de dicho concurso, deben de presentar un certificado de responsabilidad que acredite que están capacitados para elaborarlo de acuerdo a las disposiciones vigentes, y como eso es un lío, pues la mayoría es gente mayor que no está por la labor administrativa, hemos decidido no hacer el concurso. Es gente que trae la cena hecha en casa y que jamás ha habido ninguna intoxicación. ¿Qué hemos roto una tradición? Sí, pero más que romperla nosotros, la ha roto la burocracia». Si embargo, la cena, que también han elaborado los vecinos, y que algunos se habrán intercambiado, no se ha suspendido… Y esto que viene a continuación, es cosecha nuestra, es decir, nada que ver con las cenas ni los concursos de cocas de las fiestas patronales.
¿Cómo es posible –nos preguntamos– que exijan una declaración para hacer una simple coca, cuando vas, hoy día, a poner gasolina a tu coche, y en la gasolinera –en algunas, que no en todas–, viendo que no hay nadie para este servicio, entras en las dependencias y la persona que está en caja, tras cobrarte, te dice que la pongas tú? Lo cual es un atentado contra la seguridad, ya que un paisano no está formado para poner gasolina en una estación de gasolina, entre otras cosas porque el gasolinero ha de tener conocimientos explícitos de cómo se ha de llenar el tanque de un coche, conocimientos de los que uno, servidor, carece. Y ahí no pasa nada. En cambio, para hacer una coca, o presentas el certificado de responsabilidad o no hay concurso.
Fiesta de aniversario
En septiembre, la empresaria franco-tunecina, Saloua Sfar, vuelve al trabajo. Y lo hace reabriendo su restaurante de Santa Catalina, À ma maison, especializado en cous cous, que ha permanecido cerrado durante todo el verano, puesto que se lo toma de vacaciones. Por otra parte, Saloua, dueña del Muse Palma, sala de exposiciones, sita en General Ricardo Ortega, celebró el sábado su primer aniversario, tras doce meses de mucho trabajo, no solo en cuanto a exposiciones, sino también de otras actividades, como la feria de pequeñas bodegas de Mallorca, saldada con un exitoso balance, o como la fiesta del Passag, la más importante de los judíos, celebrada el pasado 22 de abril. «Sí, ha sido un año increíble –nos dijo–, sobre todo en cuanto a creatividad, inspiración y momentos inolvidables, por lo cual doy las gracias a todos, empezando por mis vecinos y siguiendo por los artistas y empresarios que han confiado en nuestro trabajo».
Por cierto, Saloua nos adelantó que el próximo diez de octubre en Muse Palma tendrá lugar la actuación de dos drags queen, Catherine Lecrery y Nani la Belle, muy conocidas en Alemania, sobre todo Catherine, que hace muchos shows en la televisión, además de espectáculos sponsorizados por Heidi Klum, modelo y actriz alemana.
La pena es que no hubiera venido nadie de el ayuntamiento. Creo que está señora con lo que está luchando tendría que tener algún tipo de reconocimiento y apoyo. El de los vecinos nunca le faltará... gracias musse
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La pena es que no hubiera venido nadie de el ayuntamiento. Creo que está señora con lo que está luchando tendría que tener algún tipo de reconocimiento y apoyo. El de los vecinos nunca le faltará... gracias musse