La compañía ha explicado que actualmente lanza una actualización cada cuatro semanas, con el fin de «abordar la seguridad y otros errores de alto impacto», tal y como ha explicado en una entrada en su blog.
A partir de Chrome 116, sin embargo, se publicarán actualizaciones estables cada semana, lo que «no debería cambiar la forma en que se usa o actualiza Chrome», ni tampoco modifica la frecuencia de los lanzamientos importantes.
La diferencia con respecto al anterior método de despliegue de actualizaciones radica en que las correcciones de seguridad llegarán más rápido a los usuarios en caso de detectarse fallas.
La compañía ha explicado que este cambio se debe a la naturaleza de Chromium, un proyecto de código abierto que impulsa Chrome y otros navegadores que tiene su código fuente abierto al público. De ese modo, cualquiera puede enviar cambios para su revisión o visualizar las modificaciones propuestas por otros usuarios, así como otras correcciones de seguridad.
Los usuarios de los canales Canary y Beta reciben estos parches y pueden advertir a la compañía sobre «problemas inesperados de estabilidad, compatibilidad o rendimiento», antes de que esta corrección llegue al canal estable, esto es, al resto de usuarios.
Google considera que este sistema «tiene beneficios», pero también «un costo», puesto que agentes maliciosos pueden aprovechar estas correcciones para desarrollar errores que estas no puedan cubrir, esto es, ataques 'zero-day'.
A fin de minimizar este riesgo, la compañía considera «realmente importante» enviar las correcciones de seguridad cuanto antes para minimizar la brecha de seguridad de un parche, esto es, el tiempo que pasa entre el lanzamiento de una corrección y el envío de la actualización del navegador al canal estable.
Google ha recomendado a los usuarios prestar atención a las notificaciones del móvil o de la versión web de Chrome para actualizar el navegador «inmediatamente» cuando se requiera.
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