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Sin sorpresas. La moción de censura presentada por Vox contra el presidente Pedro Sánchez con el economista e histórico dirigente del PCE Ramón Tamames como candidato ha sido rechazada. Sólo ha obtenido 53 votos a favor, los del partido de Santiago Abascal y el exdiputado de Ciudadanos Pablo Cambronero, hoy en el Grupo Mixto. Ha cosechado 201 noes del PSOE, Podemos y los grupos nacionalistas, regionalistas e independentistas; y 91 abstenciones, de los diputados del PP, los expulsados de UPN Carlos García Adanero y Sergio Sayas y el diputado de Foro Isidro Martínez Oblanca. Una moción que nació sin posibilidades de prosperar y que ha acabado cohesionando al Gobierno PSOE-Podemos, que ha obtenido -gracias a la errónea estrategia de Vox- una excelente plataforma para arrancar y afrontar las dos convocatorias electorales de este año: municipales y autonómicas en mayo, y elecciones generales en diciembre.

La oportunidad que da Vox al Gobierno

Tanto Sánchez como la vicepresidenta Yolanda Díaz han aprovechado a fondo la oportunidad que les ha dado Abascal para presentar sus propuestas, mientras se iba desdibujando el contenido de la intervención de Tamames, reducida a una crítica general, pero sin llegar a profundizar ni presentar un verdadero programa de gobierno. El PP, que se ha desmarcado de la estrategia de Vox, ha censurado a Sánchez, al que ha acusado de debilitar a España y degradar la democracia con sus socios en un Gobierno que ha calificado de «cainita».

Una moción condenada al fracaso   

El PSOE, a través de Patxi López, arremetió contra Tamames, del que dijo que «después de lo que hemos escuchado, usted ya no representa a la Transición». Una moción de censura condenada al fracaso que nada ha aportado, más allá de reafirmar las posiciones políticas del PP y el PSOE, aunque en esta ocasión ha favorecido al Gobierno de Pedro Sánchez ante la debilidad argumental de Abascal y Tamames.