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Marga Prohens abrió ayer el debate de investidura con una intervención en la que anunció las principales actuaciones que aplicará desde la presidencia del próximo Govern, formado por consellers del PP, tras cerrar un acuerdo con Vox que incluye 110 medidas así como la entrada de los consellers del partido de Santiago Abascal en el gobierno de los Consells de Mallorca y Menorca. Por cierto, Vox reclama hoy su entrada en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma. Prohens subrayó que los ciudadanos votaron cambio en Balears en las elecciones del 28 de mayo y reivindicó la victoria de PP y Vox que pone fin a ocho años de Govern formado por PSIB-PSOE, Més y Unidas Podemos, encabezado por Francina Armengol. La próxima presidenta de la Comunitat vinculó el concepto de cambio político en Balears, que calificó de inaplazable, con el de libertad; admitió las diferencias entre el Partido Popular y Vox, que no han impedido su pacto, y se definió como integrante de un partido liberal y reformista, sin miedo –dijo– a la discrepancia, con la voluntad de «ser una presidenta que escuche a todos y gobierne para todos».

Numerosas medidas e iniciativas   

Prohens anunció la reducción de varios impuestos autonómicos –rebaja del IRPF, eliminación de Sucesiones y Donaciones entre padres e hijos, nietos y abuelos–; un plan de familias y apoyo a la maternidad, gratuidad de la educación 0-3 años, un decreto de emergencia habitacional, un plan contra la okupación, una ley de simplificación administrativa, una ley de industrias culturales; un plan de ciencia, tecnología e innovación y también la ley balear de Costas.

Sensatez y sentido común   

Hoy es el turno de los partidos de la oposición, que abrirá la expresidenta Armengol, antes de cesar como diputada para presentarse a las elecciones generales del 23 de julio. El tono será crítico y de severo reproche. Balears inicia una legislatura difícil que reclama sensatez y sentido común tanto al Govern como a la oposición.