Las vacaciones de los parlamentarios de Baleares y el intento de aumentarse los sueldos, momentáneamente frustrado, no contribuyen a mejorar el prestigio de los políticos. El último trabajo conocido del Parlament en pleno fue el debate y aprobación de los Presupuestos para este año, a finales de diciembre, para iniciar de inmediato el período de holganza propio de las fiestas de Navidad que para los parlamentarios se prolonga hasta el mes de febrero. No hay sector productivo que agregue a las de verano unas vacaciones de invierno tan prolongadas. Cierto es que así lo establecen todos los textos legales que ningún partido se ha propuesto nunca modificar con el fin de acercar el calendario laboral de la política regional al del resto de empleados; también lo es que el cierre de la cámara legislativa y de control del Ejecutivo es sinónimo de comodidad del Govern. Cuando accede al poder, el político tiende irremisiblemente a intentar orillar el control parlamentario y, ya puestos, cualquier tipo de escrutinio.
Vacaciones extemporáneas
Palma17/01/22 3:59
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