E n un estudio científico muy reciente de los profesores David Hope y Julian Limberg, del King's College de Londres, publicado en la prestigiosa revista Socio-Economic Review (la edición es del 8 de enero de 2022, https://doi.org/10.1093/ser/mwab061; https://academic.oup.com/ser/advance-article/doi/10.1093/ser/mwab061/6500315), se recuerdan aportaciones concretas en la dirección que defiende la reducción de los impuestos (el artículo detalla una bibliografía completísima en tal aspecto, a la que remitimos); pero, al mismo tiempo, y esto nos parece determinante, se ofrecen nuevas metodologías y cálculos econométricos –claramente explicitados en el texto– que concluyen que las contracciones impositivas a la franja más rica de la población no aportan prácticamente nada a la consecución del crecimiento económico. Esta es la conclusión seminal de la investigación de Hope y Limberg.
Los ricos y los impuestos
Palma13/02/22 3:59
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3 comentarios
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Recomentando los dos comentarios anteriores, de clara tendencia "tory", debo agradecer que contengan argumentos que, a pesar de no compartirlos, intenten darles base. Los comentarios en este diario no suelen hacerlo. Efectivamente, la aportación impositiva de los más ricos no és el único factor que impulsa la economía e ignoro si es un factor de importancia. Sin embargo, no me parece absurdo que quienes más ganan aporten más impuestos que los que menores ingresos tienen. Así lo hecho yo durante mi vida profesional sin hacer trampa nunca, eso me da derecho a hablar sobre ello. A cambio he disfrutado de una asistencia a la enfermedad de primer nivel, buenas carreteras, una policía eficiente y educación para mis hijos. Perfeccionables todas por supuesto, pero allí están, mis abuelos no las conocieron y mis padres apenas. Respecto a la educación ya es conocido el fracaso de ésta en formar buenos ciudadanos (¡pobre Ilustración!), es decir cuidadanos cultos y solidarios. El objetivo educativo, al contrario, es cada vez más el de formar a los jóvenes específicamente para el mundo laboral, que es lo que interesa al sistema económico imperante. Por ello las humanidades: filosofía, historia, arte, etc., van desapareciendo de la educación secundaria. ¿Podemos pretender que la juventud interiorice una cultura del esfuerzo, de la solidaridad, de las obligaciones que van unidas a los derechos obtenidos, con este tipo de educación? La verdad es que no. La competencia feroz, el individualismo y el egoísmo imperan. La eficiencia laboral y la profesionalidad decaen. No hay que darles un duro, como parece que decía Tatcher, pero sí derechos fuertemente unidos a la obligación de aportar el mejor trabajo en cualquier ocupación y, sobretodo a la de sustentar a los más débiles que ya no pueden cumplir con ellas.
Decía Margaret Tatcher que depende de dónde hayas estudiado dices unas tonterías u otras. Por ejemplo, a mí me enseñaron que el tema de los impuestos a los ricos era una cortina de humo de la izquierda, para ocultar la masacre que se hace de manera continua a autónomos, empresarios, clase media y sobre todo clase baja (a la que nunca llega el reparto del esfuerzo impositivo porque ni siquiera lo reparten). También decía Tatcher que las izquierdas llenan la cabeza de la gente con todo tipo de derechos, pero sin darles un duro. Por si alguien no es devoto de Tatcher, decía el francés Mitterrand que el problema no son los ricos mientras sean ricos de izquierdas. Y ya más cerca moralmente, el italiano Sandro Pertini decía: "En esta vida hay veces en que es necesario saber luchar no sólo sin miedo, sino también sin esperanza”. ¿Ha visto usted lo que hace la izquierda con la esperanza? Okupación, desempleo, desorganización y pasaporte Covid. No hay más preguntas, señoría.
Ahora resulta que la desigualdad, el desempleo y el crecimiento económico que se evalúan en este estudio, NO se solucionan bajando los impuestos a los ricos … pues ¡OBVIAMENTE! Me parece absurdo que alguien pierda su tiempo en demostrar tal cosa. Hablamos de problemas económico-sociales de gran complejidad, fruto de innumerables parámetros fruto del desarrollo. Desde 1965 hasta ahora, periodo del estudio, hemos vivido la gran reconversión industrial de los 70s y los 80s, la explosión del sector servicios de los 90s, la revolución tecnológica del siglo XXI … que han dado la vuelta a la sociedad que conocíamos en los 60s. Pretender vincular las consecuencias de esos cambios sociales, a los impuestos a los ricos, me parece un sin sentido, de verdad! Más bien, deberíamos dejarnos de ricos y dedicar nuestro tiempo a mejorar la educación, y a recuperar la cultura del esfuerzo, claras palancas de lucha contra la desigualdad, el desempleo y el crecimiento!!