Palma23/02/22 3:59
Escucho en bucle Demasiadas mujeres, de C. Tangana, y Ay mamá, de Rigoberta Bandini, hasta que me acaban pareciendo la misma canción. La mujer como objeto de deseo y perdición y la mujer como símbolo de resiliencia y heroicidad. Pienso que hace años no me habría percatado de la importancia de ese pronombre reflexivo en la frase «no he olvidado el olor de la que me follé en el baño de un garito borracho en Berlín».
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