Ni una semana sin polémica en Palma. La última, por las declaraciones de la organizadora de la Pride Week, una tal Kristin Hansen, que durante la presentación del evento dijo: «Vendrá a Palma gente de pueblo que no ha visto nunca a una lesbiana». Hansen, amiga de Sonia Vivas, responsable política del evento, ha provocado que hasta el partido por el cual la concejala fue elegida (Podemos) haya puesto el grito en el cielo. También Més per Mallorca, que incluso ha criticado la Prime Week, y el alcalde Hila, que tuvo que hacer un tuit contra estas declaraciones pese al riesgo de molestar a Vivas. El Ayuntamiento ha conseguido lo impensable. A pesar de tener una concejalía LGTBI, el gobierno municipal ha conseguido ponerse en contra a este colectivo. Basta leer al coordinador de Ben Amics, Jandrx Gómez, que en un tuit denunciaba: «Vergüenza que responsables municipales de PSOE Palma y Més per Palma den apoyo a este atropello de derechos sociales y de pérdida democrática de 40 años de lucha LGTBI con el beneplácito del alcalde Hila para, ni más ni menos, insultar a las personas LGTBI de la Part Forana».
Palma pierde su orgullo
Palma14/06/22 3:59
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1 comentario
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Pues si...la impresión que da es que por mucho que se suban los impuestos siempre será insuficiente y que no se gastan donde deberían... Se debe hacer una política educativa de igualdad de derechos para todo el mundo...que no es la APOLOGIA que se realiza.