Elon Musk está de moda. Mucha gente lo adora, lo que resulta incomprensible porque casi todo en él es un bluf. Su único logro real fue inventar PayPal, un sistema de pago por internet. A partir de ahí, aire: un coche eléctrico como otro cualquiera pero que cuesta el doble y para cuya marca se apropió del nombre de un famoso científico (Tesla); una batería eléctrica para el hogar con diseño moderniqui que también cuesta el doble (Powerball), de la que aseguraba hace una década que en un par de años estaría en todos los hogares; una empresa de lanzamiento de cohetes (SpaceX) que gusta de presentar como gesta asombrosa, aunque lanzar satélites a la órbita es algo que ya hicieron los soviéticos setenta años antes, y por último, tachán, un lanzallamas (The Boring Company). También intentó colar un tren-metro subterráneo (Hyperloop) que circularía en tubos casi al vacío y que nadie le compró.
El bluf Elon Musk
13/11/22 0:29
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2 comentarios
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Yo no quiero que se vaya a marte para que todos puedan ver la que se va a organizar cuando quiebren los negocios de este vende humos. Estoy seguro de que cuando todos los obtusos que lo siguen como al mismo mesías vean la quiebra, se cayaran la boca y ni reconocerán la nube de humo provocada por este señor. Twitter lo ha comprado para dirigir al rebaño sin los perros pastores guía por si alguien no lo sabia.
Criticar de esa manera tan hiriente y gratuita a alguien que ha movilizado a lo largo de su vida la friolera de 1.2 billones de euros (1.200.000.000.000€ por si no sabe usted poner tantos ceros seguidos), es la mejor evidencia de cómo de frívola es la opinión pública actual.