Dijo Sánchez que, por mucho que disguste a la oposición, «el apocalipsis no va a llegar». Y, desde luego, no es apocalíptico que Cándido Conde-Pumpido, el hombre acaso más odiado por esa derecha a la que, según las voces de La Moncloa, tanto gustaría ver cabalgar por nuestros campos a los cuatro jinetes bíblicos portadores de todas las plagas, se haya convertido en presidente del Tribunal Constitucional. Ni podrían considerarse profetas de la catástrofe total tantas otras cosas que han pasado en nuestro país en estos tres años trascurridos desde que Sánchez e Iglesias sellaron, con un abrazo inesperado no muchas semanas antes, el primer gobierno de coalición en casi un siglo. Aun así, el nombre que acaparaba todos los comentarios, susurrados aún, pero que será un clamor a medida que pasen las horas, era el del expresident de la Generalitat, fugado hace cinco años a Waterloo, miembro del Europarlamento y principal enemigo en el exterior del Estado español: Carles Puigdemont.
Vuelve, te perdonamos
Palma14/01/23 0:29
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1 comentario
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Éste se unirá a la jauría de "no pero sí" como todos los demás flamantes vividores socialcomunistas