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El primer palo, también conocido como palo corto, no tiene nada que ver con el llamado poste bajo en el básquet; son deportes distintos y aunque ambos tengan postes, el fútbol carece de tablero. No puedes chutar a tablero, hay que tirar a gol, sin tonterías ni complicaciones. Y preferiblemente por el primer palo, el corto. He rememorado en pocos minutos unos setecientos disparos a puerta y aunque son mayoría los que buscan el palo largo, cruzando la pelota, proporcionalmente entran más por el corto. Quizá exigen mejor técnica y más olfato de gol, pero suelen ser más efectivos. ¿Y de qué sirve saber eso? A mí, de nada. Pero visto que a falta de casi un año ya estamos hace meses en plena y sofocante campaña electoral, al Gobierno sí puede servirle de mucho.

Antes, las campañas electorales duraban semanas, y el Festival de la Canción de Eurovisión, un día; ahora, como puede apreciarse en los telediarios, ambos acontecimientos duran siempre, es decir, todo el año. Y tanto en defensa como en ataque, al Gobierno le conviene prestar mucha atención a ese primer palo, o palo corto, que son las municipales y autonómicas de mayo. Por lo de los goles a favor y en contra, ya que la estadística asegura que por el palo largo se falla más, al cruzar excesivamente la pelota y mandarla fuera. ¡Por los pelos!, grita la afición.

Los ayuntamientos, aunque en su ámbito competencial también hacen sus propias tonterías (las prédicas de nuestro alcalde no hay quien las aguante), no tienen nada que ver con los disparates legislativos del Gobierno, pero por ahí van a entrar todos los goles. Porque coge más cerca, que es por lo que se llama primer palo. Parecido pero muy diferente (sin tablero) al poste bajo, próximo a la línea de fondo. Explico estas cosas porque el Gobierno, metido hasta el cuello en su ciénaga interior, todo el día discutiendo si consiento o no consiento, a qué llamamos consentir, y esto no lo consiento pero esto sí en aras de la buena convivencia, no parece acordarse de que en cuatro días hay elecciones municipales y tal. Qué fallo, en plena campaña. Yo creía, porque nos lo han dicho mil veces, que la política consiste en ganar el partido decisivo. Y resulta que hay más. Sacar pecho en entrenamientos a puerta cerrada. En fin, que atención al primer palo. El palo corto.