TW
0

Los padres que instruyen a sus hijos son mejores que los que sólo los engendran. Porque unos les dan la vida pero los primeros les dan una vida feliz.

Recuerdo con cierta tristeza cuando mi padre venía a visitarme al orfanato. Esperando pegado al portón que nos encerraba con lágrimas en los ojos que no terminaban de secarse hasta que me dejaba de nuevo y el portón cerrado con llave me separaba de nuevo de él. El amor de los padres no es más que lo que les da a los niños las raíces necesarias para desarrollar la resiliencia y la perspectiva para enfrentarse a las dificultades de la vida.

Nuestros recuerdos son nuestra historia la historia que podemos contar, no podemos contar el futuro pues no lo hemos vivido aún.