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Existen ya robots inteligentes que suplen a los seres humanos en algunas tareas. Pueden aprender y tomar decisiones, es decir, son casi humanos. Les falta ser de carne y hueso y tener sentimientos. Bien mirado, podrían llegar a ser humanos superdotados, puesto que a algunas personas les cuesta mucho aprender y otras naufragan en un mar de dudas a la hora de emprender una iniciativa nueva.

Pero ahí está el quid de la cuestión, se trata de robots, no de personas. Actúan movidos por la inteligencia, pero de momento carecen de emociones, lo cual es un peligro para la propia humanidad que los ha creado. Sin sentir ninguna clase de remordimiento, podrían convertirse en genocidas carentes de piedad, puesto que nada les conmueve. Si hay que borrar un pueblo, una lengua, se borra, porque es lo práctico, lo que implica un avance, y si no se tiene conciencia nada importa el sufrimiento, la muerte o la aniquilación de una cultura.

Según algunas teorías desarrolladas, el mundo en que vivimos pudo ser creado por una civilización muy superior a la nuestra. Una civilización muy avanzada podría haberse encontrado con el dilema de los robots demasiado inteligentes que amenazaran con extinguirla. Entonces pudo darse cuenta de que la solución era crear robots con sentimientos, y ya tenemos al ser humano. Para que se autocontrolaran habrían incluido hombres santos y hombres desalmados que promoverían la lacra de las guerras y evitarían que la humanidad llegara a descubrir los entresijos de sus creadores, o lo que nos enseñaron en el catecismo, que algunos ángeles quisieron ser como dioses y surgieron los demonios.

En esta tesitura, tendríamos robots ángeles y robots demonios y si además llegaran a ser de carne y hueso, podrían evolucionar y para sobrevivir tendrían que comerse los unos a los otros. Criaturas que progresan, pero no lo suficiente como para dejar de matarse entre ellos, y que además necesitan alimentarse de seres vivos. Si los robots actuales alcanzaran ese grado de perfección, si creáramos un plástico con las propiedades de la carne y unos humanoides con sentimientos, entonces apaga y vámonos.