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La encuesta publicada este pasado fin de semana por Ultima Hora confirma la tendencia electoral que habrá sorprendido a poca gente. Bajada de Vox por sus líos en Balears, aunque la formación de Abascal demuestra tener un electorado bastante fiel, desaparición definitiva de Podemos y también del PI en el Consell de Mallorca, además de un estancamiento de los socialistas y un leve crecimiento de Més per Mallorca y Més per Menorca. Las tendencias están bastante claras: suben los votos de centro derecha y baja la izquierda. Con la situación que se vive en la política nacional, el panorama para la izquierda solo puede empeorar. El desgaste que sufre Pedro Sánchez y lo que aún falta por llegar va a ser un obstáculo difícil de superar y para desgracia para los socialistas en Balears no hay ningún Lambán capaz de cuestionar la deriva promovida por el líder socialista.

Aun así, hay elementos en clave balear que debemos tener en cuenta. La provisionalidad que vive el PSOE en el Parlament es el mejor aliado que tiene Prohens de cara a los próximos tres años. Supongo que ni siquiera es su intención, pero Negueruela no representa el futuro de los socialistas y su discurso permanentemente crispado y centrado en salvar a Armengol del ‘caso Koldo’ es un lastre que puede tener graves consecuencias en el futuro. Es llamativo que desde el PSOE ven la posibilidad de la remontada basándose en el CIS, que como todo el mundo sabe es infalible en sus pronósticos electorales. Ni siquiera pueden ya creer que el regreso de Armengol mejorará las cosas porque resulta difícil de creer que la expresidenta balear vuelva a la política balear. Si el PSOE se aferra al CIS, las cosas incluso están peor de lo que parece. De hecho, Lluís Apesteguia (Més per Mallorca) exhibe ahora mismo un discurso mucho más moderado que el propio Negueruela o de las ya amortizadas Mercedes Garrido y Pilar Costa.

Por lo tanto, todo parece indicar que hay Prohens para rato, que con una política moderada y beneficiada por la crisis de la izquierda tiene un prometedor futuro por delante. Tiene motivos razonables incluso para pensar en una mayoría absoluta en 2027.