TW
0

Bestias de todo tipo hay en abundancia desde el origen del mundo (se calcula que por cada bella hay ahora seis o siete bestias), y aunque en principio los términos bestia y sutil puedan parecer hasta contradictorios, nada impide a una bestia ser contradictoria, y hasta los dragones pueden ser sutiles eventualmente, según se miren. Debo reconocer sin embargo que tras consultar una docena de viejos bestiarios medievales llenos de animales quiméricos, incluido el famoso Bestiario de Aberdeen y el posterior de Leonardo da Vinci (muy moralizantes ambos), así como el más moderno de Borges, la bestia sutil no figura en ninguna parte. Revisé de paso el Apocalipsis de san Juan, por si acaso, pero aunque se trata de un texto muy bestia, con referencias al Anticristo y el diablo (a la bestia en sí), no sé sí me convence llamar a Satanás bestia sutil. Sería hacerlo de menos, o acaso de más. La cultura popular, los mitos y leyendas de la literatura universal, tampoco contemplan este tipo de bestia, o yo no lo recuerdo, pero naturalmente, eso no quiere decir que no exista.

Quizá no busqué lo bastante, o debido precisamente a su extraordinaria sutileza (son criaturas bestiales, pero muy tenues), pues eso, han pasado desapercibidas y no sólo no figuran, sino que tampoco hay documentos gráficos. No en vano del demonio, sobre el que tengo mis dudas, se dijo siempre que su poder reside en hacernos creer que no existe. Menuda sutileza. En el lenguaje ordinario, que es donde se acumula todo exista o no, abundan entre otras bestialidades las bestias pardas, las malas bestias y la famosa bestia negra, muy específica de alguien o algo, pero brilla por su ausencia la bestia sutil, salvo en la acepción de sutil como ingenioso o perspicaz. Y a una bestia no puedes cogerla únicamente por las acepciones secundarias; te tritura, te viola, te devora. Así que busqué esta bestia en organismos muy tenues, intangibles, sutiles, sin forma. ¿La IA? ¿Google? ¿Amazon? ¿Las redes? Por ahí, por ahí, ya va siendo hora de actualizar los bestiarios clásicos, llenos de fabulosas bestias medievales. Me parece que he encontrado la babosa pista de bestia. Que no por sutil deja de ser una bestia parda.