TW
0

Hacía tiempo -un par de semanas y ya lo estaba echando a faltar- que no se me ocurría escribir sobre el Demis Roussos patrio, sólo le falta la túnica negra y cantar el Triki triki. Sí, ya sé que lo han pillado a la primera, se trata del bueno de Alvise Pérez, que también puede pasar por un Sandokán cebado con cimitarra en la mano y turbante en la cabeza. Porque eso de que por sus venas circule tan solo sangre autóctona pues como que pongamos puntos suspensivos. Y ya que se le daría bien en el papel que popularizó Kabir Bedi, obviamente con veinte kilos encima, pues se puso a quitar fango en Valencia para la foto, también obviamente. Es curioso que este tipo de catástrofes los aprovechados como él e Iker Jiménez se multipliquen en sus apariciones en los medios. Otros se manchan de barro las perneras de los pantalones y otros piden likes, amén de declararse facha y español, para ayudar a la población que más reciba. Pero rizando el rizo, Demis Roussos Alvise se hizo pasar por responsable del mando avanzado de Paiporta con la intención de acceder al pabellón de la Universidad Politécnica de Valencia donde están alojados unos 300 bomberos, además de personal de emergencias. Sandokan Alvise, salvador de la patria y de sus bolsillos, asegura que quería comprobar que el estado de las instalaciones fuera correcto porque él se preocupa y padece por todos los involucrados en esta catástrofe. En tiempos de guerra, la suplantación de identidad es lo de menos, debió pensar cimitarra en mano pero, claro, no contó con que de tanto cantar el Triki triki la concejal socialista Carmen Alcíbar, de voluntaria en el pabellón, le expulsara cuando se disponía a planificar la entrega de alimentos calientes (para su amplio y definido abdominal seguramente). Está claro que Alvise Roussos es un cachondo mental, que la fiesta teóricamente acabó para otros (es su deseo) pero empieza para él. Cimitarra en mano.