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La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha votado recientemente, el pasado 30 de octubre, una vez más a favor de la resolución para poner fin al bloqueo de Estados Unidos sobre Cuba. Y eso a pesar de las fuertes presiones, las amenazas y hasta los chantajes ejercidos por Washington e Israel. Era un apoyo, en gran medida respaldado por el sector mediático global, dominado en su mayoría por grupos asociados al influyente Club Bilderberg y financiados por entidades como el FMI y el Banco Mundial. El canciller cubano Bruno Rodríguez presentó argumentos convincentes y detallados. Criticó con contundencia el Gobierno estadounidense y logró el apoyo de 187 países, lo que representa prácticamente toda la comunidad internacional. Solo dos votos fueron en contra -los ya mencionados de Estados Unidos e Israel- y hubo una abstención, la de Moldavia.

Haciendo memoria histórica, recordemos que Washington, al poco tiempo del triunfo de la Revolución en 1959, decretó las primeras sanciones contra la isla. Sin embargo, el primer gran golpe de estas medidas llegó en 1962, durante la presidencia de John F. Kennedy (1961-1963). Desde entonces, las sanciones se han mantenido e intensificado en varias ocasiones, como con la aprobación de la ley Helms-Burton en 1996 o las 240 medidas adicionales impuestas por la Administración Trump (2017-2021). ¡Prohibido olvidar! A pesar de prometer en su campaña electoral que, de ser elegido, eliminaría como mínimo estas 240 medidas, el Gobierno de Joe Biden no solo las ha dejado intactas, sino que ha endurecido el bloqueo aún más. ¡Increíble, pero cierto! Ha hecho todo lo contrario a lo prometido. Más hipocresía, cinismo, falsedad, falta de escrúpulos y menosprecio a la inteligencia de los pueblos es imposible. De todo ello y con todo lujo de detalles, existen pruebas irrefutables.

Este año, la resolución de la ONU ha estado acompañada por un informe muy crítico del secretario general de la organización. Este histórico y contundente documento, elaborado a lo largo del año con la colaboración de más de 180 países y 35 instituciones internacionales -prácticamente toda la comunidad global-, incluye contribuciones de organizaciones como la Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). En sus páginas, se expresan respuestas contundentes contra el bloqueo y las políticas que, según el informe, representan una «barbarie sistemática» del imperialismo estadounidense hacia Cuba. Con estos datos en la mano, queda claro quién es quién.

¿Hasta cuándo la humanidad con su pasividad y su complicidad mediática va a permitir esta injusticia, genocidio y barbarie? Reflexionen, analicen y saquen sus propias conclusiones.