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Pocos son los que, tras un tiempo entre rejas, resisten la tentación de tirar de la manta. Víctor de Aldama estuvo en Palma el 20 de mayo para comparecer ante la comisión de investigación parlamentaria que investigaba la compra de mascarillas por parte del Govern de Francina Armengol pagando 3,7 millones de euros a Soluciones de Gestión, la empresa fantasma de la trama del exministro socialista José Luis Ábalos, su asesor Koldo García y por la que Aldama se embolsó 5,5 millones en comisiones, según sospecha la Fiscalía. Entonces, en el Parlament, no declaró nada de nada. Pero después de estar 43 días en Soto del Real, ha cantado la Traviata. Suele suceder así. El juez le ha premiado dejándole en libertad porque la colaboración con la Justicia tiene premio y mucho más si uno se autoinculpa y facilita la inculpación de otros que hasta el momento nadie investigaba formalmente. El expresidente del Zamora CF estuvo largando casi dos horas en el juzgado. Disparó hacia todos lados pero se guardó munición y diez horas más tarde, cuando salió de la cárcel, advirtió a Pedro Sánchez de que, si quiere pruebas, las tendrá.

El comisionista arrepentido, convertido en soplón de la pasma, es la amenaza más seria para el futuro del Gobierno de PSOE y Sumar. El testimonio de un investigado que tira de la manta, tiene un enorme poder para jueces y fiscales. Y juraría que Aldama no sólo dispone de palabras con las que sustentar su versión, que describe una mafia gubernamental que actualmente está en el poder. Aldama afirma haber sobornado a ministros, asesores y jefes de gabinete, algo que el PSOE y los aludidos niegan, estaría bueno. Pero parece claro que, al menos en el caso de Ábalos, hay pruebas de un supuesto cohecho, de modo que Aldama quizás miente, excepto en lo referido al ex número dos y mano derecha de Pedro Sánchez. ¿Estamos ante un embustero selectivo? En Ferraz y la Moncloa tienen un problema que se irá haciendo mayor.

Al menos, en lo que a Balears concierne, Aldama deja fuera del reparto de dinero por la compra de mascarillas a Francina Armengol. Es un consuelo que tranquiliza a los ciudadanos porque el expresidente de Canarias y actual ministro, Ángel Víctor Torres, ha sido señalado por el comisionista, aunque él lo niega y anuncia una querella. No faltaba más. En Balears enriquecimos a la trama corrupta y se hizo gratis. No cabe mayor generosidad.