He tenido dos catedráticos en mi vida: Mi padre y Gabriel Escarrer. El primero me dio ejemplo de trabajo, honestidad, respeto y generosidad. Gabriel me enseñó lo que era el turismo y me brindó sus conocimientos, que eran muchos.
Gabriel era un hombre muy valiente. La prueba está en la compra de Meliá, una operación
complicada y que él afrontó con tranquilidad y decisión. Operaciones de ese volumen no se habían hecho ninguna en nuestro país.
Gabriel era un hombre muy importante pero a la vez una persona humilde y muy amigo de sus amigos. Yo estaba entre ellos y nunca me falló. Gabriel creó la empresa turística más importante de España y no solo eso, abrió el camino hacía un turismo de calidad, base del desarrollo económico de nuestro país. Gabriel, muchas gracias por ser un líder de una industria que ha ayudado tanto al desarrollo
de muchos países. Descansa en paz.