Sin más suelo no habrá más viviendas

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Parece hasta absurdo decirlo pero sin más suelo no habrá más vivienda que resuelva el actual problema. Los datos son contundentes, pero es llamativo que se haya hablado tan poco de una solución para dar un giro a la actual situación. Si la población balear ha crecido con 300.000 nuevos residentes y el ritmo de construcción de nuevas viviendas no ha sido proporcional a este crecimiento, ¿no parece lo más sensato y razonable que haya que poner suelo a disposición de las empresas constructoras para que hagan más casas?

Durante años (o décadas diría yo) nos dieron la tabarra con normas que tenían que planificar el futuro territorial de Balears. Recordemos el plan territorial de Mallorca, las Directrices de Ordenación Territorial y la Ley del Suelo, todas ellas normativas muy elaboradas que, sin embargo, de poco sirven si no hay decisiones políticas que las desarrollen. Al no haber hecho prácticamente nada en más de una década, la situación es la que conocemos ahora mismo: hay más población y no existe oferta de viviendas a precios asequibles para hacer frente a la demanda. Ya se sabe que cuando falta oferta los precios suben y además disponemos de leyes que en lugar de proteger a los propietarios blindan a los okupas y a los inquilinos morosos. Ser propietario de un piso de alquiler era hace años una renta de por vida. Ahora se ha convertido en un grave problema y por este motivo los propietarios prefieren vender o invertir en destinos como Dominicana, Bali o Dubai, donde sí hay normas que protegen a los propietarios y además los inmuebles son mucho más baratos que en España.

Por lo tanto, hay que felicitarse de que, por fin, se empiece a debatir el problema desde una perspectiva real, a pesar de que la falta de suelo ha sido denunciada durante años por los expertos sin que se haya adoptado una solución. Si falta suelo el que hay disponible es muy caro, lo que repercute en el precio final de las viviendas. Si se liberaliza suelo, por muy mal que pueda sonar, se puede solventar la falta de oferta. Porque ha quedado claro que hablar de VPO hoy por hoy es poner un parche a la falta de vivienda. Solo desde el pragmatismo y la valentía se podrá resolver el problema porque lamentablemente se ha perdido demasiado tiempo.