Estamos en Son Oliva, barrio obrero con personas de todas las edades y muchos visitantes por sus terrazas y sitios de tapeo. Todas las actividades socioculturales de la zona, se hacen en el mismo lugar: una calle en concreto, que cierran con permisos municipales y montan escenarios y cenas vecinales. La música y la fiesta continúa hasta las 2 de la mañana, después quedan otros tantos terminando su propia fiesta. La zona en concreto está rodeada de una gran cantidad de edificios altos, con personas mayores, niños y niñas y algunos enfermos. Existen alternativas más adecuadas y muy cerca, como el amplio parking de Son Hugo (espacio municipal), el espacio Son Fusteret (que también contamina acústicamente a la barriada con todos los conciertos programados en verano) o el hipódromo Son Pardo. No es una queja sin alternativas. Es que haya fiestas, que se celebre la vida, sin hacer sufrir a quien no quiere/puede participar en ello.