Conferencia íntegra de Lluís Quintana-Murci. | Youtube Ultima Hora

Aforo completo en el Aljub del Museu Es Baluard para escuchar la conferencia Dels neandertals a la COVID-19: evolució del genoma humà, del mallorquín Lluís Quintana-Murci, director de la Unidad de Genética Evolutiva del Instituto Pasteur y profesor del Collège de France, organizada por el Club Ultima Hora-Valores, que inicia su curso tras el paréntesis del verano.

Tras la introducción de Carmen Serra, presidenta del Grup Serra, la presentación del conferenciante corrió a cargo de Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, quien destacó que «las investigaciones genómicas nos han descubierto que el mestizaje ha contribuido a la supervivencia de los humanos ante virus y patógenos. Asimismo, nos muestran la posibilidad de desarrollar una enfermedad grave e identificar los riesgos genéticos. En 2033, decenas de millones de personas tendrán sus genomas secuenciados. Todo ello nos traerá cosas buenas, como la opción de reducir las posibilidades de contraer enfermedades, pero hay que estar alerta: ¿Cómo reaccionará una compañía aseguradora ante una información genética?».

Para March, «los avances científicos no pueden dejar atrás a la gente más vulnerable, no pueden dejar atrás a nadie. Hay que mirar por el bienestar de la población y llegar a todo el mundo, no provocar desigualdades».

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Lluís Quintana-Murci, Carmen Serra y Joan Carles March. Foto: J.Morey.

Quintana-Murci inició su exposición destacando que «todos somos únicos, pero nos planteamos tres grandes preguntas: de dónde venimos, qué somos y a dónde vamos. Hay respuestas en la religión o la filosofía, pero no vamos a hablar de creencias, sino de hechos, de ciencia. Se cumple el 20 aniversario de la secuenciación del genoma humano, de la lectura de nuestro ADN. Cada uno de nosotros lleva 10.000 mutaciones respecto de la secuencia de referencia, pero hay pocas diferencias genéticas entre las poblaciones humanas. El racismo es una construcción puramente cultural, pero no tiene sentido genéticamente».

El biólogo y genetista señaló que «las mutaciones explican nuestras diferencias físicas, la adaptación al clima, la capacidad de digerir alimentos y las respuestas a las enfermedades, infecciones y los tratamientos médicos».

«En el Reino Unido, el 98 % de la población llega a los 40 años; en todo el mundo, sólo lo hace el 50 %»
Lluís Quintana-Murci, biólogo y genetista

Era el momento de ir a nuestros orígenes. Quintana-Murci explicó que «todos venimos de África. Hace 60.000 años, grupos humanos salieron de África para instalarse en Europa y Asia. Hace 20.000 años cruzaron el estrecho de Bering y llegaron a América. Sólo hace unos pocos miles de años llegaron a la Polinesia. Las migraciones no fueron fáciles por la adaptación a los diferentes climas, los recursos nutricionales y los patógenos. Hubo una adaptación genética al medio y se produjo la selección natural apuntada por Darwin, cruel, pero natural. Los más fuertes tuvieron hijos y transmitieron sus genes. Por ello, somos los descendientes de los que sobrevivieron a pestes, gripes y tuberculosis. Ésta última es la enfermedad que más europeos ha matado. En el siglo XIX, sólo el 38 % de la población del Reino Unido llegaba a los 40 años. Ahora es el 98 %, pero en todo el mundo sólo es el 50 %».

En este punto, y siguiendo la línea de Joan Carles March, el conferenciante indicó que «el mestizaje es el acelerador de la adaptación al medio. Todos somos mestizos a distintos niveles. Los europeos procedemos de los africanos de hace 60.000 años, de poblaciones del Oriente Medio de hace 10.000 años que nos trajeron la agricultura y del Asia central de hace 4.000 años que nos trajeron las lenguas indoeuropeas. Pero el primer gran acontecimiento de mestizaje es el de los humanos procedentes de África con los neandertales, que llevaban 300.000 años en Europa, adquiriendo sus factores de resistencia a las infecciones de origen viral. Los no africanos tenemos ahora un 2 % de ADN neandertal».

Lluís Quintana-Murci
Lluís Quintana-Murci, en un momento de su conferencia.

Sobre la COVID-19, Quintana-Murci comentó que «ha habido diferencias de respuesta. La mayoría de las diferencias inmunitarias se deben a la exposición al medio. Atendiendo los grupos de población, y por influencia directa de las características genéticas, los asiáticos se han mostrado más adaptados, con un menor número de muertos en relación al número de afectados. Por una parte, nuestro ADN neandertal nos ha permitido una mayor resistencia, pero, por otra, también nos hace más vulnerables».

Finalmente, Quintana-Murci quiso destacar dos mensajes: «En primer lugar, sin diversidad biológica y genética no hay evolución y, por tanto, no hay supervivencia. En segundo lugar, diseccionar la experiencia de la naturaleza, el pasado, nos permite entender el presente y prever un poco mejor el futuro. Se trata de utilizar lo que la naturaleza ya ha hecho». A preguntas de los asistentes, el conferenciante apuntó que «el hombre no desciende del mono, es un mono» y que «la genética permite a los humanos adaptarse de una manera muy lenta, pero segura».

El apunte

Llamamiento al mecenazgo en la ciencia

Uno de los asistentes haciendo una pregunta.

En la parte final de su intervención, Lluís Quintana-Murci hizo un llamamiento al mecenazgo en la ciencia, al igual que en la cultura: «En España y en Balears no hay costumbre de practicar el mecenazgo en la ciencia». En un tono casi de broma, pero hablando en serio, el biólogo y genetista invitó «a todos los que tienen dinero a que se animen a apostar por la ciencia». Así, puso el ejemplo de la familia Bettencourt, principal accionista de L’Oréal. Abajo, Joan Mayol hizo una de las preguntas del público.