Para ellas, el negro. No se pasa de moda, es agradecido. Ellas apostaron por el clasicismo atemporal. Miren estas fotos y luego hagan el ejercicio de observarlas dentro de diez años: poco se notará el cambio del tiempo.
Apenas hubo concesión al animal print respecto a la moda de la temporada anterior. Durante todo el año pasado la Zona Vip de Brisas estaba salpicada de mujeres que sucumbieron a la propuesta de las firmas de moda rendidas al look total de animal.
El blanco fue la otra opción elegida de la noche. Americanas de aire ochentero, rotundos vestidos, monos aire retro o camisas de grandes lazadas. Una estupenda falda lápiz con lentejuelas albinas. «Es de Uterqüe», confesaba su propietaria por lo bajini. «Esta camisa me costó 40 euros», dice entre susurros otra. Es lo que se conoce como sentido común: hay ciertas tendencias que solo duran un suspiro y otras inversiones en ropa seguirán vigentes durante años. Entre las forofas del blanco estaban Rosa Maria Regí y Carmen Planas.
Por su parte, la presentadora Llum Barrera se puso de tiros largos con un vestido cedido por Etxart & Panno de estampado floral en tonos berenjena y un favorecedor escote en pico. Y sí, llevaba pequeñas porciones de estampado atigrado que se dulcificaba por la profusión vegetal. El actor Toni Gomila tiró del surtidísimo armario de la estilista Rosa Massagué y optó por una chaqueta negra, pantalón oscuro y camisa blanca descorbatada. Menos es más.
Algún que otro escote asimétrico, mucho broche, bastante encaje y algún destello de brilli-brilli. En los pies se vio desde calzado de lo más cómodo a sandalias con plataforma desatada.
Otro clásico que ha vuelto: el terciopelo. Carmen Serra optó por este tejido en su tonalidad más oscura. Francina Armengol se decantó por la comodidad con un vestido con transparencias. Catalina Cladera y Bel Busquets coincidieron en el azul, el otro tono de la noche. No hay riesgo ni estridencias con esta opción. En la noche del martes se optó por los valores seguros, la extravagancia para Navidad.
Un icono de la moda apareció ante esta redactora en el rincón de los fumadores furtivos. Envuelta en una estola, collar y pendientes de perlas, anillos variados, setenta años y el pelo blanco y cardado. «Le he dicho a mi marido que iba al baño pero voy fumar un cigarrillo», decía coqueta mientras hablaba sin parar. Que la vida nos pille divirtiéndonos con las mejores galas.