Espíritu circense, zancudas, acrobacias e incluso pinceladas de ilusionismo. Y como colofón, el hombre de las mil voces. La ceremonia de entrega de los Siurells de Plata 2019, que entrega Ultima Hora, regresó la noche del martes a la actualidad en Son Termes tras varios años de impasse. La animación, el color, la diversión y la producción del espectáculo estuvo a la altura de las circunstancias.
En torno a las ocho de la tarde los centenares de asistentes a la gala fueron recibidos a su llegada a este histórico restaurante, rodeado de bosques y rincones sin igual, por unas payesas muy especiales. Sobre todo, porque su altura no era la corriente: estas zancudas alcanzaban casi los tres metros, un recibimiento espectacular para una velada única. Era la primera parte del espectáculo confeccionado por la reconocida y premiada compañía mallorquina Circ Bover.
Mágico
Esas dos zancudas, tan mallorquinas y tan nostres, minutos antes del inicio de la cena, acompañaron a los invitados hasta sus mesas en un entorno mágico, casi de cuento, con una ambientación que recordó, en ocasiones a un auténtico circo, y en otras a los momentos más esplendorosos del cabaret más exquisito. Poco después tomaron las tablas, en un novedoso escenario de 360 grados, para que ninguno de los que estaban allí se perdiera detalle, los dos intérpretes que amenizaron esos primeros instantes de la noche: Guillem Vizcaíno y Maripaz Arango, del colectivo A Tiro Fijo. Él ejecutó un número basado en un juego de peonzas y cuerdas, cada vez de mayor tamaño, unos malabarismos en los que el actor coqueteó con la magia y el ilusionismo. Después, Maripaz Arango, únicamente con su cuerpo y una sencilla silla de madera, dejó a todos con la boca abierta gracias a sus imponentes acrobacias.
Para Circ Bover fue «un honor» poder formar parte de la gala de los Siurells de Plata 2019, tal y como confesó Tià Jordà, director de la agrupación. «Son unos premios importantes y nos hacia una ilusión muy especial estar allí», agregó el responsable del Circ.
Tan solo era el inicio de una noche que solo podía ir a más. Y tras la entrega de los galardones, llegó el colofón final: Inot, el hombre de las mil voces. Su aparición fue, si cabe, curiosa, ya que de repente se escuchó la voz de uno de los invitados, el humorista Agustín El Casta, quien se quedó atónito ante lo que estaba ocurriendo. No era él, era Inot, un imitador de voces que causó sensación. Sugirió, además y a modo de broma, que a El Casta se le entregase el «Siurell al sex symbol».
A partir de ahí, Inot se fue superando. Abrió su actuación emulando a Tomeu Penya, para continuar con artistas de la talla de Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Shakira, Elvis Presley, Bee Gees, Michael Jackson, AC/DC, Tom Jones, Pavarotti y, como broche, su ‘voz’ más laureada: Tina Turner.