Méritos: Distribuyen a diario 300 meriendas en verano y 500 en invierno, y unas 400 bolsas de comida semanales a los más necesitados.
El superior de los frailes Caputxins, Gil Parès, se refirió a la labor que desarrollan como «ir a contracorriente en un mundo donde la gente piensa más en si misma que en el resto». Por este motivo, reivindicó la «bondad de mirar y pensar en los que lo pasan mal». Así lo expresó tras recoger el Siurell de manos del presidente de Projecte Home Balears, Tomeu Català, además de recordar la figura y la presencia de Jesús en su acción diaria.
Esta labor no sería posible sin los más de 70 voluntarios que día a día dedican unas horas de su tiempo a los más necesitados y que encuentran en los Caputxins una bolsa de comida, un almuerzo en Navidad y juguetes para los más pequeños el día de Reyes. Por este motivo, fray Parès recordó que su misión consiste en «dar a estas personas que lo pasan mal lo que nos dan a nosotros». Y todo ello, desde el convencimiento de que «todo el mundo tiene una dignidad», concluyó.
La labor solidaria de los Caputxins se remonta a principios del siglo XX y se ha adaptado a las diferentes necesidades surgidas con el paso de los años.