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El jubilado de 76 años, Mateu Salas Bauzà 'Parrino', fue hallado muerto el 21 de marzo de 2003 en su casa de Sant Llorenç con cuatro golpes en la parte posterior de la cabeza, dos de ellos de gran intensidad lo que le provocaron una hemorragia cerebral que fue la causante de la muerte. Tras las investigaciones policiales que se realizaron en su momento, se dedujo que el anciano estaba sentado frente al televisor, quizás un tanto adormilado, cuando fue atacado por detrás con premeditación y alevosía, ya que no tuvo tiempo de defenderse ni de reaccionar y seguramente no pudo llegar a ver la cara de su asesino.

Las pesquisas apuntaron al robo como el móvil del asesinato. La víctima, viudo y sin hijos, había trabajado como maestro de la pedra en sec hasta los 70 años, apenas gastaba por lo que, al parecer, había llegado a tener unos ahorros considerables. El homicida debía conocer esa circunstancia, lo que le llevó a entrar en su casa. Las conjeturas policiales llevaron a pensar que, en un principio, el ladrón sólo pretendía apoderarse del dinero que Mateu Salas Bauzà podía guardar en su hogar; pero luego, quizás al ser sorprendido, reaccionó de forma violenta matándolo.

El objetivo de la Guardia Civil para esclarecer el caso era encontrar el arma homicida, pero las intensas búsquedas fracasaron. Después de seis años, todavía no se sabe quién pudo matar a Mateu Salas, aunque las investigaciones policiales siempre apuntaron a que seguramente se trataba de una persona que conocía a la víctima y sabía en qué lugar podía guardar su dinero.