El próximo día 28 se cumplirán 20 años de la muerte violenta de la
guía turística Cornelia Magdalena Arends. El suceso, ocurrido en
s'Arenal, fue catalogado como un crimen ritual y se detuvo a un
sospechoso, pero quedó en libertad por falta de pruebas, por lo que
estamos hablando de uno de los crimenes sin resolver en la 'crónica
negra' de Mallorca.
Cornelia Magdalena Arends había nacido en Amsterdam (Holanda), y
en el momento de su muerte contaba 25 años. El cadáver fue
encontrado por sus compañeras en el apartamento que ocupaba.
La víctima estaba desnuda, tendida sobre la cama con los brazos
abiertos y las muñecas atadas. Una de ellas en la barra de la cama
y la otra a una silla que estaba debajo del somier. En su pecho,
cerca del corazón, tenía un cuchillo clavado y otro sin manchas de
sangre en la hoja, entre sus senos. La cara de Cornelia revelaba
síntomas de haber sufrido una brutal agresión. El ojo derecho
estaba amoratado y el labio superior partido. También presentaba
cortes en la barbilla, en el cuello y en los muslos, así como un
golpe en la nuca. Tenía introducidas en la boca, a modo de mordaza,
sus prendas íntimas. Las piernas también presentaban signos de
haber sido atadas. Además, se halló sangre en el pasillo y en el
cuarto de baño.
Cornelia era guía de turismo y vivía en un apartamento de
s'Arenal, en la calle Amílcar. El día que ocurrió el crimen algunos
vecinos del edificio creyeron oír ruidos y gritos extraños, pero
nunca pensaron que se trataba de un crimen.
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