Momento de la detención de uno de los sospechosos del secuestro y robo. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL.

TW
0
JAVIER JIMÉNEZ/F.C. «Si las llaves no abren, te mataremos». Dos delincuentes comunes secuestraron y ataron a un árbol de un descampado de Marratxí a un joven empresario de Can Pastilla con la intención de desvalijar su negocio, que acababa de cerrar. La Policía Local, tras una arriesgada persecución por las calles de Palma, logró detener a los sospechosos.

La víctima, de 23 años, cerró el salón de juegos recreativos que regenta, en la calle Bartolomé Riutord, y tomó un autobús con dirección a su casa de Marratxí.

Los dos acusados lo habían espiado y conocían sus movimientos. Nada más apearse del autobús lo abordaron, le amenazaron con una navaja y le obligaron a meterse en un coche Fiat Cinquecento. La pareja le sustrajo la cartera y, a continuación, le obligó a entregar las llaves del negocio. Los delincuentes también le interrogaron sobre el código de la alarma antes de atarlo a un árbol del descampado de Son Ametler, en Marratxí.

Antonio R.C., de 28 años, y Bartolomé C.R., de 25, se dirigieron hacia el salón de juegos recreativos, mientras el empresario pugnaba por liberarse. Los dos sospechosos llegaron a Can Pastilla, se apearon de su turismo de alquiler y accedieron con las llaves robadas al local. Desconectaron la alarma y procedieron a sustraer el dinero de las máquinas. En total se apoderaron de unas 230.000 pesetas, en moneda fraccionada de 5, 25, 100 y 500.

Mientras esto ocurría la víctima consiguió liberarse de las ataduras y pidió ayuda a una vecina de Son Ametler, que dio aviso a la Policía. Después de una arriesgada persecución el Cinquecento fue detectado por el 092 estacionado en la calle Can España, cerca del «barrio chino», y en una rápida batida Antonio y Bartolomé fueron arrestados y conducidos al cuartel de San Fernando. Uno se encontraba cerca del turismo abandonado y el otro en la zona de Banc de s'Oli. De la joven no se halló ni rastro. Por la mañana, Bartolomé fue conducido a Son Banya en busca de una pistola que dijo que escondía. En un descuido consiguió huir y refugiarse en el poblado. El 092 optó por no entrar.