Quince años de cárcel es la condena que debe cumplir Àngel Ariel
Martínez Vázquez, un refugiado cubano que, en una sola noche, violó
cinco veces seguidas a una mujer en Palma. El acusado, que se
encuentra en prisión, negó los hechos, pero el tribunal considera
más creíble la versión de la víctima y le declara culpable de
agresión sexual.
Los hechos ocurrieron el día 5 de abril de 1998. Esa fecha
coincidía con la celebración del Domingo de Ramos. El acusado
conoció a la mujer en un pub. La víctima se dirigió al cuarto de
baño y el acusado fue detrás de ella. Allí la obligó a entrar en el
lavabo de caballeros, cerró la puerta e intentó desnudarla. Frente
a la actitud de resistencia de la víctima, el violador le colocó a
la mujer una navaja en el cuello y después obligó a realizarle una
felación.
La pareja se dirigió en taxi, bajo la amenaza del condenado, a
Cala Major. Se dirigió a la playa y el acusado buscó un lugar
apartado.
Una vez allí, eligió un pasadizo estrecho con escaleras y allí
obligó a la mujer a tumbarse. De nuevo le golpeó en el cuello y en
los brazos, le dio un mordisco en el muslo, le quitó los pantalones
y la penetró, tanto por vía vaginal como por vía anal, según
refiere la sentencia. Finalmente le obligó a realizarle la tercera
felación.
La mujer fue abandonada en el lugar de los hechos. Se vio
obligada a regresar caminando a su casa situada a varios
kilómetros. La mujer sufre un grave depresión por la experiencia.
El acusado dijo que todas estas relaciones habían sido
consentidas.
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