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«Copi», el dogo argentino que mató a un niño en Can Picafort, es irrecuperable y jamás volverá a ser un animal manso. Así lo dijo ayer a la juez del juzgado de instrucción número 4 de Inca la persona que se encargó de adiestrar al animal antes de que se produjera la muerte del pequeño Francisco Miguel Hiralgo.

El adiestrador de 'Copi' confirmó a la juez que Alfredo Cordero, dueño del dogo argentino, se lo entregó el pasado mes de octubre para que lo sometiera a un curso de obediencia. Este experto en adiestramiento explicó que el animal asistió a su curso durante un mes y medio.

El experto en perros, que afirmó que conocía muy bien este tipo de razas, confirmó a la juez que no hay posibilidades de que el animal pueda ser recuperado, ya que ha atacado dos veces y puede volver a hacerlo. Sobre las causas por las que atacó al niño, el adiestrador explicó que pudo deberse a un factor de miedo, (si el animal sufrió malostratos en su infancia), o por un factor genético que le obliga a ser agresivo.

Por otra parte, el veterinario de Santa Margalida ya ha realizado un estudio del animal, una vez superada la cuarentena, y el informe ha sido entregado a la juez. El veterinario señala que el perro está mucho más agresivo que antes, si bien ello podría deberse a que en estos momentos está encerrado, y por tanto ahora mismo es un animal muy peligroso.