La Audiencia de Palma, en una resolución dictada por el juez
Eduardo Calderón, ha decidido dar carpetazo a la denuncia que
presentaron dos familiares contra la mujer que, en 1997, trajo de
Granada a Palma el premio «Gordo» de Navidad. La denuncia la
presentaron dos familiares (hermanos de su padre), que acusaron a
su sobrina de haberse quedado con dos billetes premiados.
Silvia, que trabaja en una gran superficie comercial, resultó
agraciada con un viaje a Granada que realizó a finales de 1997. Sus
familiares le habían encargado que comprara un número determinado
de boletos de la lotería de navidad. Compró 42.000 pesetas del
43.728. Las participaciones las repartió entre sus familiares y sus
compañeros de trabajo. El número salió premiado y la suerte
repartió entre los agraciados 420 millones de pesetas.
Un hermano del padre de la joven presentó una denuncia ante la
Justicia, afirmando que su sobrina no le entregó el boleto de
lotería que le había encargado. A esta denuncia se sumó después una
tía de la joven, que afirmó también que su sobrina se había quedado
con otro de los décimos.
La mujer denunciada, que sólo se había quedado con una pequeña
participación, tuvo que presentar a la policía el movimiento
económico de sus cuentas corrientes. La policía presentó ante el
juez un amplio informe, de más de 50 páginas, en el que se afirma
que no existe posibilidad de que los décimos se hayan perdido, ya
que todos los que resultaron premiados durante el sorteo de Navidad
de 1997, habían sido cobrados.
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