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JAVIER JIMÉNEZ/MICHELS Que Mallorca es un lugar de refugio elegido por muchos extranjeros acuciados por la Justicia de su país es un hecho constatable, sobre todo a raíz de las numerosas detenciones que se practican cada año. El pasado miércoles, sin ir más lejos, fue arrestado un matrimonio alemán que se había establecido en la Costa de la Calma y había comprado un centro médico. En su país eran buscados por estafas en este tipo de establecimientos.

Michael F.S., de 45 años y natural de Bonn, y su esposa, Loreta S., de 45 y nacida en Gelcerchsen) llegaron a la Isla hace dos o tres años y se establecieron en la Costa de la Calma. Adquirieron un lujoso chalet y un Volkswagen Passat familiar. Después compraron un centro médico sólo para alemanes en la Avenida Jaime I de Santa Ponça e iniciaron una nueva vida.

A principios de semana la Guardia Civil recibió un fax de Interpol informando de la presumible presencia del varón en la Isla. Inicialmente no se hacía mención de la mujer, y la Benemérita supo, a través del comunicado, que Michael había huido se su país antes de ser juzgado por un delito de estafa continuada en un centro médico y fraude a la seguridad social. El importe de las estafas ascendía a 99.000 marcos (unos ocho millones y medio de pesetas). El acusado regentaba el negocio junto a su esposa, pero no tenía la titulación de médico.