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La policía está intentando localizar al conductor que el pasado mes de septiembre atropelló a un indigente a la salida de un garaje de Palma. Pese a que se tiene la convicción de que el conductor huido debe ser uno de los propietarios de un garaje, el juez no ha autorizado a la policía entrar en este parking y comprobar los vehículos.

Este extraño caso se produjo poco antes de las siete de la mañana del día 11 de septiembre del pasado año. Un indigente, de unos 50 años de edad, llamado Nicolás M.R., nacido en Badajoz, se acostó aquella noche junto a la entrada de un garaje situado en el número 7 de la calle Alfredo Bonet, en Palma. A primera hora de la mañana salió un coche del garaje. El conductor no se dio cuenta de que apoyado en la pared se encontraba el indigente. Pasó con el coche y lo arrolló. No se sabe si pudo sentir el golpe pero, si lo hizo, no se inmutó porque no se detuvo y huyó. Dejó a la víctima malherida, tumbada en el suelo.

Los investigadores se entrevistaron con los vecinos de la barriada de la calle Jesús para que aportasen algún dato de la identificación del vehículo. Ningún testigo había visto nada, al tratarse de una hora tan temprana cuando se produjo el atropello. El siguiente paso fue acudir a la finca y entrevistarse con los vecinos. Se intentó tener la lista de propietarios de aparcamientos del garaje, para poder entrar y descubrir si el vehículo de alguno de ellos tenía algún golpe en la parte frontal que pudiera demostrar su implicación. El administrador de la finca se negó a facilitar esta lista y autorizar la entrada en el garaje si no existía orden judicial. El Grupo de Homicidios la pidió al juez y éste la ha denegado. La investigación se ha encontrado con una puerta infranqueable.

Mientras tanto el indigente ya ha salido del hospital. Pese a que el conductor no ha sido detenido, el indigente atropellado tiene derecho a ser indemnizado. Seguramente no lo sabe, porque nadie le ha dado explicación del rumbo de la investigación y de que no se ha localizado al conductor. Esta indemnización por las lesiones que sufrió el herido la debe pagar el Consorcio de Seguros, es decir, el Estado. Sin embargo, el paradero actual de este indigente es un misterio.