Xu Weidi era pintora y conocía al asesino.

TW
0

Fue una noche de sangre, dolor y horror. Ocurrió en Porto Cristo y el móvil fueron los celos. Las víctimas, una mujer de 31 años y su hijo, de dos. Ambos fueron hallados degollados.

Los gritos de pánico de Xu Weidi, una joven pintora china de 31 años, fueron escuchados por algunos vecinos de la calle Concepción de Porto Cristo pasadas las diez y media de la noche del jueves, pero nadie avisó a la policía. Más de una hora después el padre y abuelo de las dos víctimas, extrañado por la falta de noticias, llegó al edificio y en la puerta halló un gran charco de sangre.

Sus alaridos de dolor entonces sí que alertaron al vecindario. Una vecina llamó a las ambulancias del 061 a las 23.55 horas y espetó escuetamente: «Hay dos heridos en un piso de la calle Concepción e igual están muertos». En pocos minutos llegaron policías y servicios sanitarios y descubrieron una imagen tan impactante como dantesca: los cuerpos degollados y apuñalados de Xu Weidi y el pequeño David. El drama, a partir de ese momento, se desbordó en la calle Concepción, una vía tranquila y próxima a la playa.

Parece que la pintora oriental, acompañada de su pequeño, franqueó la puerta al asesino confiada porque lo conocía. El agresor blandió un gran cuchillo y la emprendió a puñaladas con la madre y el hijo. Ambos cuerpos presentaban cortes incisos, pero lo que horrorizó a los investigadores fue que Xu y David fueron degollados con ensañamiento. Casi toda la sangre de sus cuerpos inertes se acumuló en forma de charco en el rellano de la escalera.