El asesino de Xu Weidi y su hijo David fue visto minutos antes del
doble crimen merodeando, inquieto, por los alrededores del primer
piso de la calle Concepción. Varios vecinos repararon en él y, tras
conocerse el drama, comunicaron a la policía que se trataba de un
joven con rasgos orientales, aparentemente chino, delgado, de
estatura media y que portaba una mochila a la espalda.
De la reconstrucción parcial de los hechos efectuada por el
Grupo de Homicidios y los agentes de la Comisaría de Manacor se
desprende que el criminal, que está plenamente identificado,
accedió al edificio a través del garaje, cuya puerta se encontraba
abierta. Su intención era muy clara: acabar con la vida de la mujer
y su hijo, y así lo demuestra el hecho de que acudiera a la casa
con un gran cuchillo y que nada más franquearle la entrada
degollara a las dos víctimas, casi sin mediar palabra. Luego parece
que huyó por la entrada principal, ya que en el rellano de la
escalera se hallaron pisadas ensangrentadas, restos de lo que fue
una auténtica orgía de sangre.
El principal sospechoso trabajó en el restaurante del padre de
la pintora, en Porto Cristo, y parece que estaba enamorado de Xu
Weidi. Acudía a menudo a la vivienda de la calle Concepción, con la
excusa de visitar al pequeño David. En la actualidad, trabajaba en
un restaurante japonés palmesano, próximo al Passeig Marítim.
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