El asalto se produjo a las 8.10 de la mañana, cuando tres
empleados de Ausysegur depositaban las sacas con las divisas en la
cinta de la terminal, momento en el que irrumpió en el lugar una
furgoneta con un toldo publicitario.
Del interior del vehículo, de matrícula MA-9119-AY, que había
sido sustraído días antes a una empresa de jardinería de Marbella,
descendieron cinco individuos encapuchados, todos ellos armados,
algunos con metralletas, que efectuaron un par de disparos de
intimidación al aire y redujeron en primer lugar a un empleado de
Prosegur, empresa contratada por el aeropuerto para la vigilancia.
Tras golpear al guardia que vigilaba las sacas los atracadores se
hicieron con el dinero, mientras otro de los vigilantes permanecía
al volante en el interior del furgón blindado, ya que las reglas de
este tipo de compañías le impiden que abandone su puesto.
En el momento de la huida de los asaltantes, el tercero de los
guardias, Antonio G.A., que había entrado a las dependencias de la
terminal con los certificados de valor de las divisas, pudo
efectuar un disparo a la furgoneta, sin que alcanzara su objetivo,
siendo el vehículo abandonado a poca distancia del lugar,
presumiblemente para continuar la huida en otro.
Durante el forcejeo que tuvieron con el guardia que vigilaba las
sacas, los atracadores le pusieron una de sus armas al cuello,
antes de golpearle en la cabeza con una de ellas, y dijeron: «Tira
para delante y 'dimani'», apuntaron las fuentes, que barajan en
principio la posibilidad de que, por el habla, los asaltantes
pudieran ser de nacionalidad italiana.
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