La estación de tren de Son Sardina también ha sido asaltada por los vándalos.

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MARI VÀZQUEZ-JAVIER JIMÉNEZ El director del tren de Sóller, Rafael Sierra, ha cuantificado los daños en seis vagones que aparecieron cubiertos de «graffitis» en aproximadamente 20.000.000 de pesetas y ha anunciado que las tareas de limpieza se prolongarán por espacio de cuatro meses.

El responsable del histórico ferrocarril destacó que no se ha tratado sólo de un acto vandálico e irresponsable, sino que además tendrá consecuencias negativas en los números de la empresa, debido al fuerte desembolso que deberán realizar para devolver la normalidad a los seis vagones de madera. Las pintadas, de colores chillones y que también afectaron a los cristales de cada compartimento, se efectuaron en la madrugada del lunes al martes, en la estación de la Plaza de España, en Palma.

De la investigación efectuada por la Policía Local se desprende que los autores de aquellas pintadas tuvieron tiempo suficiente para consumar la canallada, amparados en la oscuridad y en la escasa vigilancia en la zona. Los funcionarios llevaron a cabo en la mañana de ayer pruebas de peritaje y de comparación, a fin de determinar si algunas inscripciones aparecidas en calles de Palma, y de las que ya se conoce el autor o autores, fueron realizadas por el mismo grupo juvenil.

Durante la noche de ayer los empleados del tren de Sóller se esmeraron en adecentar los vagones afectados y, tras muchas horas de trabajo, consiguieron eliminar parte del spray. El problema es que en cuatro de los compartimentos, que no estaban suficientemente barnizados, el color se ha introducido en los poros de la madera y, por tanto, su limpieza es más compleja. Estos vagones deberán ser desmontados, pieza por pieza, y cada uno estará fuera de servicio aproximadamente un mes.