Los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil, tras
lo datos iniciales recabados ayer, y a la espera de la autopsia que
efectuará hoy el forense Javier Alarcón, creen que María del Carmen
del Salto fue asesinada en un punto alejado del predio de Sa Gruta
y que luego, el criminal, la ocultó entre aquellos matorrales.
La 313 Comandancia de Palma se ha volcado en el caso y ayer por
la mañana el coronel Gabriel Méndez, máximo responsable del Cuerpo,
visitó la finca y el escenario donde apareció el cadáver. Las dos
Policías Judiciales, las de Palma y Manacor, se han entregado por
completo al caso y ayer efectuaron una minuciosa inspección ocular
en el predio de s'Illot, bajo las órdenes del capitán del Cuerpo.
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que la
joven fue atacada sexualmente al poco tiempo de salir del bar «Van
Van» en compañía de un bombero alemán y que luego el asesino acabó
con su vida, posiblemente asfixiándola, y se deshizo del cuerpo y
lo ocultó entre aquellas matas.
La jueza Cristina Pancorbo, titular del juzgado de instrucción
número 4 de Manacor, se ha hecho cargo del caso y ayer, nada más
tener conocimiento del hallazgo, ordenó el secreto del sumario, a
fin de evitar filtraciones que puedan entorpecer las diligencias.
Desde el instituto armado se declinó ofrecer cualquier detalle
sobre las circunstancias de la muerte de la vecina de Porto Cristo,
pero un portavoz negó, tal y como se había rumoreado, que el cuerpo
estuviera descuartizado. A las cinco y media de la tarde los padres
de María del Carmen fueron citados en el cuartel de Manacor, a fin
de identificar las ropas y los efectos hallados entre los restos
mortales. El progenitor, terriblemente afectado, reconoció sin
género de dudas tres pulseras (una de las cuales tenía inscrito
«María del Carmen»), un reloj y unas botas.
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