El fuego, originado por un cortocircuito, comenzó pasadas las tres y media de la madrugada. FOTO: SEBASTIÀ AMENGUAL

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La alarma saltó en la madrugada de ayer en una pastelería de la calle Nuño Sanz de Palma, aunque la rápida actuación de los bomberos impidió que un fuego que se había declarado en el cuadro de mandos se extendiera al resto del establecimiento. La calle quedó cortada al tráfico rodado, para facilitar las labores de extinción, y una hora después la situación quedó normalizada.

De acuerdo con la información facilitada por un portavoz del Cos de Bombers, veinte minutos antes de las cuatro de la madrugada un vecino de la citada vía, una travesía de la calle Balmés, se puso en contacto con la centralita telefónica del 092 para alertar de que salía humo del interior de la pastelería Rigo.

El cuartel de San Fernando, con celeridad, comunicó la información al parque central de los bomberos y en pocos minutos una dotación formada por un mando y varios funcionarios llegó a Nuño Sanz, a la altura del número 35. El negocio está enclavado entre una sala X y un bar y los actuantes, tras comprobar la veracidad de la información, calibraron la situación por si era necesario desalojar a los vecinos de la finca.

Al final, los bomberos consideraron que el fuego estaba controlado y ninguno de los residentes fue desplazado de su vivienda. El fuego se inició en el cuadro de contadores de la pastelería, al parecer por un cortocircuito.

El dueño del negocio no pudo ser localizado en aquellos momentos y los bomberos que entraron en el local lo hicieron provistos de equipo de oxígeno, ya que se había acumulado un denso humo que dificultaba la visión y, sobre todo, impedía respirar con normalidad.