TW
0

Los bomberos de Palma apuntalaron ayer tarde dos edificios del casco antiguo, de cuatro alturas cada uno, que amenazaban con derrumbarse debido al mal estado de las paredes. En los muros de contención se habían detectado grietas de consideración y ante la proximidad de las fiestas de Sant Sebastià, y con la consiguiente multitud que se iba a congregar en los alrededores, los técnicos municipales decidieron reforzar la base de las dos fincas. Los edificios están ubicados en el número 6 y 8A de la calle Cordelería, muy cerca de Colom. Ninguno de ellos está habitado y el número 8 se encuentra en fase de rehabilitación. Ayer los arquitectos que trabajan en la planta baja avisaron del mal estado de la construcción a los bomberos y media docena de funcionarios se desplazó al casco antiguo para evaluar la situación.

El muro de carga había cedido y estaba cubierto por grietas, lo que inquietó sobremanera a los técnicos. Un portavoz del Cos de Bombers reconoció que «el peligro era real, por lo que decidimos apuntalar las dos fincas sin demora». El responsable de la operación añadió que esa misma noche estaba previsto que la Plaza del Coll se llenara de gente para celebrar 'sa Revetla', por lo que los bomberos, además de reforzar las estructuras, colocaron vallas en la calle para impedir que algún curioso se acercara más de la cuenta a los número 6 y 8.

Las labores duraron más de dos horas y el mismo portavoz explicó que «en estos casos es mejor actuar con pocos efectivos, para evitar sorpresas desagradables», refiriéndose al número de bomberos que apuntaló la planta baja. Las dos fincas será revisadas de nuevo hoy.