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El mal estado de numerosos edificios del casco antiguo de Palma no es ningún secreto, pero se ha puesto de manifiesto en los últimos días. En la madrugada de ayer el falso techo de un piso de la calle Cordelería, donde días antes fueron apuntaladas dos fincas, se vino abajo a causa de la humedad y sus ocupantes tuvieron que ser evacuados.

La alarma saltó poco antes de las dos y media, en concreto en un segundo piso del número 15 de esa calle, próxima a Colom. Cuando los bomberos llegaron al inmueble detectaron grandes manchas de humedad procedentes del piso superior. El derrumbe parcial del falso techo se produjo en el cuarto de baño, pero dos dormitorios también resultaron afectados, así como el aseo de la primera planta. Los técnicos inspeccionaron la finca, que tiene unos cien años de antigüedad, y determinaron que no existía un riesgo inminente de desplome, aunque consideraron oportuno que las dos mujeres de avanzada edad que viven en el segundo pasaran unos días fuera, hasta que la situación se solvente.

La actuación del Cos de Bombers de Palma, apoyados por la Policía Local, duró hasta las cuatro de la madrugada y se da la circunstancia de que hace algunos días los funcionarios se vieron obligados a apuntalar dos edificios del número 6 y 8 de la misma calle, porque amenazaban con ceder. Los muros de contención estaban muy deteriorados y algunos cascotes se habían desprendido de techos y paredes. Los mismos efectivos colocaron vallas en sendos portales para evitar que los transeúntes se acercaran más de la cuenta.