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Una mujer de nacionalidad iraní denunció en 1998 en la Jefatura de policía de Palma que había sufrido el robo de un lote de joyas valoradas en un millón de pesetas. Esta mujer dijo que esta sustracción la había sufrido cuando se encontraba en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, para emprender el vuelo hacia Palma.

Una vez que llegó a Mallorca lo primero que hizo la mujer extranjera es dirigirse a la Comisaría y describir con más detalles las piezas que, según ella, le habían sustraído. En su declaración policial señaló que ignoraba la persona que pudo sustraerlas. Según explicó ayer el portavoz policial el pasado domingo la misma mujer se presentó en la oficina de denuncias de la policía de Palma. La extranjera anunció que tenía intención de retirar la denuncia interpuesta hace casi dos años ya que las joyas, que en un principio pensó le habían sido sustraídas, en realidad, las había dejado olvidadas en casa de una amigos durante su estancia en este domicilio de Madrid.