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E.PRESS/OVIEDO
El presunto autor de la brutal agresión a una joven en Avilés que provocó que perdiera los ojos es un soldado profesional destinado en el acuartelamiento de El Ferral (León) que se encontraba de permiso en el momento de la agresión. Fernando Sanz Vecino, de 20 años de edad y residente en el barrio avilesino de Versalles, carece de antecedentes penales y no se conocía su carácter violento. La víctima se recupera de las heridas.

El joven fue detenido el domingo en su domicilio y se declaró autor de los hechos. Se sospecha que la víctima, que ha perdido la vista por completo, pudo sufrir una agresión sexual. La pérdida de los ojos difícilmente pudo deberse al impacto recibido con una piedra con la que supuestamente se golpeó. Según fuentes del hospital, la versión más veraz es la de que le hubieran sido arrancados.

Los hechos se produjeron en la madrugada del sábado al domingo. La mujer estuvo con el agresor, al que ya conocía, tomando copas en un bar. La agredida fue hallada sobre las seis de la mañana por una guarda jurado de la estación de autobuses de Avilés, que hacía una ronda por la zona, postrada en el suelo y con la cabeza totalmente ensangrentada. El guarda había oído anteriormente gritos y por eso se dirigió al lugar. Cuando llegó, vio al joven escapar y pese a que le persiguió durante un rato no pudo alcanzarlo. En la zona apareció también una piedra de grandes dimensiones manchada de sangre sobre la que supuestamente la golpeó su agresor.

Fuentes de la Comisaría de Avilés informaron de que inicialmente no se habían percatado de la brutalidad de la agresión debido a que su cabeza se encontraba totalmente cubierta de sangre. Fue posteriormente, en el traslado al hospital, cuando se dieron cuenta de que un ojo estaba prácticamente descolgado y que le faltaba el otro. La policía regresó al lugar y recuperó el otro ojo. Los médicos se mostraron impresionados por la brutalidad de la agresión.

La detención fue posible tras hablar con las amigas de la víctima.