El Grupo de Información y la Policía Judicial de la Guardia Civil
de Palma están investigando un tiroteo que se registró a primera
hora de la mañana de ayer en las instalaciones militares de la base
de Puntiró, en la carretera de Sineu. Un soldado profesional que se
encontraba de guardia en una garita resultó herido en un brazo por
un disparo, mientras descargaba el cargador de su metralleta contra
una verja donde supuestamente se encontraban dos intrusos que no
han sido identificados. El extraño suceso, que en un primer momento
causó la alarma en el acuartelamiento de Aviación, que también
custodia un polvorín, se registró a las seis y media de la mañana,
cuando estaba amaneciendo.
Un centinela de unos 25 años, soldado profesional, se encontraba
en una de las garitas del recinto, de guardia, y a esa hora escuchó
unos ruidos misteriosos. El militar dio el alto y bajó de la
atalaya. Fue entonces cuando creyó ver a dos personas que se
acercaban a él y abrió fuego con su arma reglamentaria. Durante la
refriega resultó alcanzado en un brazo por un proyectil de 9 mm,
que le provocó una herida limpia de escasa gravedad.
Tras los disparos saltó la alarma en la base militar y el
centinela fue atendido por los servicios sanitarios. La Comandancia
Militar de Balears dio cuenta de lo ocurrido a la 313 Comandancia
de la Guardia Civil, que de inmediato envió al lugar a efectivos de
la Brigada de Información, con un capitán al mando, y de la Policía
Judicial. Los investigadores tomaron declaración al soldado, antes
de que fuera examinado en Son Dureta de la herida de bala que
presentaba. Los agentes también llevaron a cabo una minuciosa
inspección ocular en la garita y alrededores, y encontraron
impactos en la base del montículo y en la verja que delimita la
base, efectuados desde el interior. En el exterior, empero, no se
hallaron restos de sangre de los dos sospechosos ni ningún indicio
anómalo.
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