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JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS La Policía Local está estrechando el cerco en torno al ladrón que en la noche del miércoles apuñaló al dueño de un chalet de Son Armadams, que lo sorprendió agazapado en la cocina.

Los testigos, a excepción de Pedro Carretero, que sigue en la UCI en estado muy grave, han visionado el álbum de sospechosos de la policía y parece ser que han identificado, con reservas, a dos individuos. Las pesquisas policiales se están centrando en ciertas barriadas marginales de Ciutat, ante la evidencia de que el agresor es un toxicómano.

Ayer, un juez de Palma confirmó que la investigación debe efectuarla el cuartel de San Fernando, que mantiene informado al Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía. Con respecto al estado del herido, de 75 años, fuentes sanitarias informaron que en la mañana de ayer se registró un empeoramiento notable, pero horas después mejoró. Lo que cada vez tienen más claro los médicos es que la brutal agresión le dejará secuelas, casi con seguridad, irreversibles. El cuchillo le seccionó la médula espinal y parece ser que no podrá recuperar la movilidad, aunque no se sabe aún en qué grado.