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Dos policías locales de Manacor han recuperado su buena imagen, que se había puesto en duda a raíz de una publicación escrita en una revista de la comarca. El magistrado juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Palma ha dictado una sentencia en la que condena a penas de cárcel y multa respectivamente a las personas que dañaron la imagen de los agentes, y aclara que ninguno de los actos que se imputaron a los policías ocurrieron en la realidad.

Los hechos tuvieron lugar en julio de 1997, a raíz de que una patrulla de dos agentes de la Policía Local de Manacor detuviera a un joven en Porto Cristo. Días después se dijo en la publicación que «según testigos, dos agentes esposaron y maltrataron a un menor». Una semana después se dijo también que se había abierto un expediente a los dos policías para aclarar lo ocurrido en la calle Villalonga de Porto Cristo, «cuando los dos agentes detuvieron a un menor que conducía un ciclomotor y, según los testimonios, fue objeto de varios guantazos en la cara, golpeado en la cabeza contra el coche policial, además de recibir varias coces en ambas piernas».

En la sentencia, el juez señala que las imputaciones efectuadas a los policías «eran falsas y ellos (los autores) lo sabían. Ya la presunta víctima de la acción policial manifestó en la Instrucción y en el Plenario la falsedad de los asertos, al igual que su padre, quien además dice haberse puesto en contacto con testigos que ratifican la versión de su hijo. La única testigo presencial que ha comparecido al juicio oral afirma, además de no haber visto en el lugar de los hechos a los acusados, que los policías ni pegaron, ni golpearon ni esposaron, ni dieron con la cabeza del detenido contra el coche policial».