El Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia
Civil detectó a lo largo de 1999 un total de 1.850 infracciones en
materia de medio ambiente, según consta en la memoria de esa unidad
dada a conocer ayer.
366 de esas denuncias se refieren a residuos,
302 a caza, 203 contra leyes sanitarias y 35 contra las de aguas
continentales. Una de las tareas fundamentales del Seprona es la de
velar por el Convenio de CITES, sobre el comercio o la posesión
ilegal de especies de fauna protegida. Durante el año pasado, en
este sentido, se realizaron 602 actuaciones, 140 más que en 1998, y
se intervinieron 1.226 especímenes (vivos o naturalizados). Además,
los agentes se incautaron de 5.000 piezas o derivados (marfil,
trofeos, pieles...) y fueron arrestadas cuatro personas por delitos
contra la Ley de Contrabando. Los imputados pasaron a disposición
judicial y quedaron en libertad, aunque se tramitó una sanción
económica por su actividad ilícita. A nivel nacional, el Seprona ha
visto incrementada su plantilla en un 34%, debido a la mayor
sensibilidad por los temas relacionados con el medio ambiente, y
también en Balears esta unidad ha sido reforzada. En las islas 25
agentes se encargan de investigar los atentados contra el medio
ambiente, la mayoría de ellos destinados en Mallorca, y cuentan con
siete vehículos para desplazarse sin dificultad por bosques,
montañas o playas. Los funcionarios cuentan con un equipo de
análisis, cuatro de fotografía, uno de investigación de incendios
forestales y otro sobre contaminación acústica.
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