La Guardia Civil montó en la tarde noche del lunes un espectacular
dispositivo para detener a dos delincuentes magrebíes que se dieron
a la fuga en un coche de alquiler robado y que protagonizaron una
arriesgada persecución desde las inmediaciones de la rotonda de Can
Blau hasta la calle General Ricardo Ortega, cerca de la
Comandancia.
Un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC)
explicó ayer que el turismo sospechoso, un Volkswagen Polo de
alquiler valorado en 1.500.000 pesetas, no había sido devuelto en
el plazo previsto al rent a car. El lunes, a las 20.30 horas, fue
detectado en las inmediaciones de una conocida superficie comercial
cercana a la vía de cintura, al inicio de la carretera de Manacor.
Una dotación de la Benemérita le dio el alto, pero los dos
ocupantes del Polo, lejos de detener el turismo, aceleraron y se
dieron a la fuga. Los agentes salieron en su persecución y pidieron
apoyo por emisora ya que el conductor pilotaba de forma alocada y
temeraria y era muy difícil seguirlo.
El coche de alquiler enfiló en dirección prohibida varias calles
próximas a la carretera de Manacor y puso en peligro la integridad
de otros conductores y sobre todo de los peatones. Numerosos
vecinos siguieron con expectación las arriesgadas maniobras del
Polo y de los coches patrulla que trataban de darle alcance y que
finalmente se detuvo en las cercanías de un bar de la calle General
Ricardo Ortega. Los dos ocupantes, de aspecto norteafricano,
dejaron el coche abierto y corrieron en diferentes direcciones, con
objeto de dificultar su detención. Uno de ellos, identificado como
Ousfie O., de 36 años y nacionalidad argelina, se introdujo en el
citado negocio pensando que había conseguido despistar a la Guardia
Civil, pero en cuestión de segundos varios agentes se avalanzaron
sobre él y ante la mirada atónita del resto de clientes procedieron
a su arresto.
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